
Porque merece la pena sonreír cada día, reír cada mañana y saber que, por muy mal que estemos, siempre habrá alguien que esté peor, y que, aún así busque motivos para sonreír y salga cada mañana con una gran sonrisa dibujada en su cara, y regalar a las personas queridas una sonrisa, pues no hay mejor regalo. Sonríe. |
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